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sábado, 4 de febrero de 2017

Prefacio de "El retrato de Dorian Gray"

Andrea Zorrilla 1ºF.B.

Cuando leímos el prefacio de "El Retrato de Dorian Gray" en clase, hubo una cosa que me llamó mucho la atención: "No hay libros morales o inmorales sino bien escritos o mal escritos".

Oscar Wilde tiene una visión esteticista de la literatura. Se ocupa del estudio del arte (punto de vista filosófico).
Para él, el arte es cuestión de estética. Lo único importante es que algo esté bien escrito o mal escrito, da igual el contenido. La estética es superior a la ética. En el prefacio, el autor se centra en la autonomía de la obra de arte, el arte se desarrolla únicamente por sí mismo. Para Wilde el arte se desarrolla a un ritmo independiente del de la época en que se produce,
La concepción social del arte es juzgar una obra artística por su significado. No importa que esté bien ejecutada (bien escrita), si el punto moral es inaceptable, la novela es inaceptable.

Podríamos decir que Oscar Wilde luchó ante todo contra la sociedad cerrada, moralista y utilitaria que le tocó vivir. Pese a su empeño, fracasó en su intención de provocar una sociedad esteticista, individualista y cultural.

En mi opinión, lo importante en una obra de arte deben ser ambas cosas, ya que deben atraer al lector por su forma y a su vez crearle sentimientos con el mensaje (contenido). 




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